Un poeta que escribe cartas
No sabe, nunca sabe, si sus versos son un reproche o un halago...
Ella lee el poema
que su novio
que se cree poeta
le escribió.
Si es estricta, deberá decir
que lo que lee no es un poema
sino una carta
que no tiene mérito poético lírico ni métrico
salvo porque de vez en cuanto
usa muchas esdrújulas
para sentirse literato.
Si es difícil enamorarse de un poeta,
lo debe ser aún más
enamorarse de alguien que se cree poeta
y escribe cartas.
Ella lee la carta
y no sabe si esa metáfora donde dice
que amarla es mirarse en un espejo
habla sobre las almas gemelas
o sobre el egoísmo.
No sabe, nunca sabe,
si sus versos son un reproche o un halago,
y para quién.
Pero poco importa
porque el que se cree poeta y escribe cartas
termina siempre con un postdata
que aclara cualquier síntoma
de niebla sentimental.